En la tarde-noche de ayer terminaba el solemne quinario que la Hermandad ha dedicado a nuestro venerado Titular, Jesús Nazareno. La celebración comenzó con la procesión eucarística por el interior del templo, e incluyó –una vez concluida la liturgia de la palabra– la imposición de medallas a los nuevos hermanos y la entrega de pergaminos conmemorativos a aquellos que cumplían sus primeros veinticinco años en la Hermandad.