Granada es una de las 17 ciudades ‘Teresianas’ por contar con un convento fundado en vida y por iniciativa de la Santa Abulense; el Convento de San José de  las Carmelitas Descalzas, sede canónica de nuestra Hermandad.

Se ubica en la Plaza de San Juan de la Cruz, a espaldas del Ayuntamientos granadino y el Corral del Carbón y frente a la que fue Capitanía General ( antiguo Convento de San Francisco “Casa Grande”), hoy sede del Mando de Adiestramiento y Doctrina del Ejercito de Tierra y muy cerca de la iglesia de San Matías.

Granada será la decimosexta y penúltima de las fundaciones realizadas en vida de Santa Teresa de Jesús, que designa qué monjas irán a la fundación. El Convento de San José de Granada se fundó por obra de San Juan de la Cruz y de la Venerable Madre Ana de Jesús, señalada por la Santa como fundadora en su nombre y priora de la nueva casa. Les acompañarán las hermanas María de Cristo y Antonia del Espíritu Santo, de Ávila, Beatriz Jesús de Cepeda y Ocampo, prima de la Santa Madre, y algunas más conocidas de ellas.

Intervinieron en la fundación, que tuvo lugar el 20 de enero de 1582, el padre Diego de la Trinidad, Vicario Provincial, que a pesar de su mucho interés no consiguió una casa donde pudieran alojarse las monjas. El Señor Arzobispo, D. Juan Méndez de Salvatierra -que al principio puso muchos inconvenientes pero luego pasó por allanar el camino-, y la piadosa viuda Doña Ana de Peñalosa -a quien el Santo dedicaría más tarde su “Llama de amor viva”.

Por esas circunstancias vivieron las monjas seis o siete meses en casa de Doña Ana, y dos largos años en una casa alquilada en la calle Elvira hasta establecerse definitivamente en las llamadas casas del Gran Capitán adquiridas en el año 1584.

A este edificio se trasladarán las monjas el día 8 de noviembre de ese mismo año. El primer dueño del que se tiene noticia histórica fue D. Gonzalo Fernández de Aguilar y de Córdoba, más conocido como el Gran Capitán. La casa, antiguo palacio moro, le tocó como botín de guerra. En esta casa vivió sus últimos años y falleció en ella el año 1515, como recuerda la placa conmemorativa colocada en la fachada del inmueble.

En sus primeros años las religiosas son asistidas espiritualmente, y a veces también socorridas materialmente, por S. Juan de la Cruz, prior de Los Mártires. Diariamente acude el Santo a celebrarles la Misa, que a falta de Iglesia y mejor acomodo, celebra en un pequeño cuartito en los desvanes de la casa. 

Desde Granada la Orden se expandió por Andalucía con las fundaciones de Málaga, Baeza, Sanlúcar la Mayor, Jaén, Lucena, Almodóvar y Ogíjares.

La iglesia presenta al exterior fachadas de ladrillo visto, con dos portadas de estilo manierista realizadas en piedra gris de Sierra Elvira, situadas al pie de la nave del templo la principal y sobre el muro del lado de la Epístola la secundaria. Ambas presentan puertas adinteladas con arcos de medio punto enmarcadas entre pilastras dóricas. Sobre cada una de ellas se abre un frontón curvo partido con hornacina, y otro frontón semicircular sobre el cual se alza una cruz.

A la izquierda de la fachada principal se abre una puerta que da acceso al torno del Convento, sobre la que se sitúa una hornacina del siglo XVII con un grupo escultórico de la Sagrada Familia, realizad0 por Alonso de Mena y una cartela con una inscripción que recuerda la vida y muerte en esta casa del Gran Capitán.

El templo se remata con una espadaña de doble campanario sobre el  cuerpo de la iglesia. El interior consta de una única nave con crucero que conforman el ábside ocupado por la capilla mayor, desprovista de retablo y presidida por el crucificado, y las dos capillas laterales que se abren a ambos lados del crucero. Se cubre todo el espacio con bóveda de cañón decoradas con yesería.

Nuestros Sagrados Titulares ocuparon inicialmente sendos altares a ambos lados de la capilla mayor. Será en 2003, con el traslado de la comunidad de Zafra (Badajoz) a nuestra ciudad, cuando llegue con ellas el retablo mayor de su iglesia, de estilo barroco con talla de rocalla dorada y estofados, presentando dos pisos, tres calles, banco y altar. Dada su escasa dimensión el mismo no era adecuado para el presbiterio por lo que se cede a la Hermandad para que se diera culto en él a sus imágenes titulares.

Según consta en la parte trasera de dicho retablo, es obra del retablista Antonio González, natural de Lucena (Córdoba), y residente en Los Santos de Maimona (Badajoz). Fue realizada la obra en 1736 por el precio de 1.000 ducados. El mal estado del retablo requirió una profunda restauración realizada por los granadinos Hermanos Ladrón de Guevara, estrenándose el día 16 de julio, festividad de Ntra. Sra. del Carmen, de 2003.